El arte de educar a los hijos y a las hijas

Educar a los hijos e hijas es sin duda un arte. Un arte para el cual no nos forman lo suficiente. Es uno de los artes donde tenemos que ser autodidactas la mayor parte del tiempo y mejorar(o empeorar) a través de uno de los métodos científicos más viejos "el ensayo-error". Por supuesto, hoy existe mucha literatura científica y de opinión acerca de cómo educar mejor a nuestros hijos, pero aún es una minoría los padres que acceden a ella o que pueden hacerlo. Una de las características más comunes de las Asociaciones de Padres de los centros de enseñanza son las Escuelas de Padres, pero también es una característica común a éstas es la ausencia de participación de los padres y madres a estos eventos educativos. Así que nos vemos en una curiosa incongruencia por parte de los padres. Por un lado nos quejamos de que no nos dieron un manual para educar a los hijos, pero estamos demasiado cansados, ocupados, distraídos, etc., para acercarnos a los medios que nos podrían ayudar en esta maravillosa pero difícil tarea.

Educar a la prole es un arte porque cada persona es un mundo. Aún cuando te leyeras todos los libros al respecto, asistieras a todas las charlas, talleres y seminarios al respecto, va tu hijo o tu hija y te sorprende con que lo que has aprendido no se aplica a su caso particular. Pero no nos confundamos es mejor que nos sorprendan porque nuestras herramientas aprendidas no funcionan que nos sorprendan porque no tenemos ninguna. Siempre será mejor acércanos a una "tierra desconocida" con un mapa aproximado que sin ninguno.

Tampoco es menos cierto que con el paso de los años, lo que funcionaba o se recomendaba en una época, va perdiendo vigor en otras. Y de esa forma hemos pasado en pocos años de las herramientas más restrictivas a la libertad casi total para que el niño o la niña no se vayan a traumatizar. Y el primer método a producido a seres reprimidos, neuróticos con ganas de desquitarse de la violencia infringida por sus padres que en medio de un supuesto acto de contrición terminan diciendo que le agradecen a sus progenitores las palizas que le proporcionaron porque con ellas se han convertido en hombres y mujeres de bien. El segundo método, que aún está en vigor, sobre todo en los países desarrollados está produciendo seres sin ningún o poco respeto a la norma, que se igualan con la autoridad llámese ésta como se llame(policía, profesores, jueces, padres, abuelos) exigiendo una especie de reivindicación sobre "sus" derechos humanos. Personas que, como dicen en España "pasan de todo" y que le dan poco valor al desarrollo de competencias personales y profesionales, ya que en el "estado del bienestar" éste se consigue con dinero y no necesariamente como la consecuencia del esfuerzo y el sacrificio personales. Y entonces tenemos jóvenes muy perdidos, que no saben que hacer con su vida, con serios problemas con su imagen personal y con muy poco sentido de vida.

ENTRE "APRETAR" Y "SOLTAR"

Ya lo dijo Buda alguna vez: "Si la cuerda de la cítara está demasiado templada se reventará y si está demasiado suelta, la música saldrá desentonada. En ambos casos te quedarás sin la música que quieres". La cita no es textual pero es la idea.

El arte de educar a los hijos y las hijas, pasa por buscar el camino que nos lleva al centro entre los dos extremos. De un lado los padres y madres que optan por "apretar" demasiado deben saber que los hijos en muchas ocasiones se comportan como la plastilina: Usted puede apretar con sus manos lo que quiera, pero ellos buscarán las rendijas por las cuales fugarse y sentir el aroma de la libertad. Pero si el miedo a que el niño o la niña se le traumatice, le lleva a soltar demasiado, algo como una bola de plastilina sobre una mano abierta, no tendrá ninguna forma y al final no podrá sentirse tranquilo o tranquila sobre el resultado de su educación.

Educar a los hijos e hijas es el arte de buscar ese justo medio que "se acomoda a mi realidad particular" . Y esa realidad particular pasa por saber quién soy yo como padre o madre, cuáles son mis expectativas con respecto a la educación de mis hijos/as, en qué tipo de valores y principios creo para saber qué conceptos van a inspirar mis acciones y mis estrategias, pero sobre todo conocer y reconocer que dicha "plastilina" no es una masa inerte esperando a que la moldeemos a nuestro antojo por muy acertados que creamos estar. Esa "plastilina" es un ser humano con consciencia y capacidad de decisión y creatividad que quiere ser partícipe de su propia formación.

EL RESULTADO DE LA FORMACIÓN

Al final el resultado de la formación de una persona adulta, que dicho sea de paso, nunca debería ser un resultado definitivo sino siempre en construcción y transformación, se debe a las influencias de los padres y madres de los/as profesores/as, de su entorno inmediato(familia y amigos) de sus realidades político sociales particulares, pero sobretodo del filtrado que esta persona hace de todas influencias, llegando a la conclusión que "somos el resultado de nuestra propia construcción".

PROBLEMAS Y SOLUCIONES

A pesar de estas claridades los padres se enfrentan constantemente a una serie de problemas, posiblemente buscando ese arte de saber cómo hacerlo, frente a los cuales no saben qué hacer. Ensayan lo que pueden y se ven derrotados uno y otra vez por las habilidades especiales de sus hijos e hijas de salirse con la suya, o desplegando ciertos comportamientos que ni siquiera ellos mismos saben cómo explicar o manejar.

Para padres y madres: "No pasa nada por reconocer que no son capaces con sus hijos e hijas". La verdad es que esa es la realidad de la mayoría, sólo que la mayoría no consulta o cree que aún tienen algunas herramientas para resolver sus problemas por sí mismos".

Así que si cree que algunos comportamientos de sus hijos se les están yendo de las manos, no lo dude: ¡Consulte!.